Es la cantidad de dinero mínima necesaria para que un núcleo familiar subsista dignamente. Se cuantifica para que su vigencia sea por un año, teniendo en cuenta variables como los índices de productividad y de precios al consumidor ( IPC), o el incremento del producto interno bruto (PIB), y se estudia su variación para el siguiente de acuerdo a la modificación de las mismas. Debe ser proporcional a la cantidad y calidad de trabajo. De manera general hoy en día, debe ser producto de la concertación entre los gremios de empleadores, el gobierno y los trabajadores. En caso de no lograrse el Gobierno tiene la facultad de fijarlo por Decreto teniendo en cuenta, la inflación pronosticada para el año siguiente, el PIB, el IPC. Actualmente es un referente como unidad de medida.